Tuesday, February 27, 2007

Sorpresa


Cada mañana ambos despertaban con la emoción de saber si ese día se encontrarían casualmente en el bus, para poder brindarse esa sonrisa cómplice y así sentir esa excitación al verse que hace de la coquetería casi un deporte extremo.

Eran ya varias semanas con el mismo ritual, ella subía pocas cuadras después que él, le sonreía e intercambiaban miradas mientras cada quien trataba de adivinar lo que el otro pensaba, hasta que un día la rutina cambió. Ella al subir y sonreírle le dijo “hola” él respondió nervioso “hola”, y al bajar le regaló un juguetón “chao”.

Ella había quedado de encontrarse con su novio a medio día en una plaza céntrica y a esas alturas del día ni recordaba el juego matutino de coquetería.

De lejos al llegar vio a su novio hablando con alguien más. De lejos también él la reconoció y la saludó con una mano en alto.
Ella apuró el paso mientras recordaba que su novio llevaba ya un tiempo prometiéndole que le presentaría a su hermano mayor.

“Hola amor” le dijo mientras lo besaba en los labios antes de si quiera mirar a quien lo acompañaba.
“Amor, te quiero presentar a mi hermano” contestó su novio
En ese momento el hermano dio la vuelta y ella miró hacia el lado, su corazón dio un vuelco y empezó a saltar en su pecho.
Él la miró directamente a los ojos y diciendo “es un placer conocerte” se acercó para besarla en la mejilla.

¿Se conocían? Interrogó el novio. A ella las palabras no le salían de la boca, y casi no escuchaba nada más que el palpitar acelerado de su corazón.

Claro que no, contestó el hermano mientras sonreía tan pícaro y coqueto como cada mañana en el bus.

Wednesday, February 14, 2007

Enamorado

  • ¿Y por qué te decidiste a regresar? Pensé que te habías ido para olvidar a ese amor imposible.

  • Algo cambió, nunca la he olvidado, sigo en contacto con ella y creo que me la voy a jugar, quizás ahora ella me dé una oportunidad.
  • Debería dártela, oye... eres un tipo espectacular, súper atractivo, inteligente, con plata, ¿qué más podría pedir?
  • No sé, siempre he sido sólo su amigo. Pero creo que lo que siento por ella merece una oportunidad, si no lo intento me voy a arrepentir toda la vida.
  • Me parece súper bien. En el amor hay que jugársela.
  • Eso mismo creo yo, ya esperé demasiado tiempo.
  • Entonces dime ¿cuándo es que te voy a ver por estas tierras?
  • En un mes estoy por allá, estoy terminando algunas cosas aquí antes de irme, regreso definitivamente aunque me vaya mal con ella.
  • Que bueno, vas a ahorrar un montón en llamadas de larga distancia.
  • Si, eso es cierto, sobre todo contigo, ya llevamos una eternidad al teléfono.
  • Si, y yo tengo que dormir, por tu rumbo debe estar amaneciendo pero acá es de noche y yo mañana tengo mucho que hacer.
  • Te mando un beso grande, cuídate mucho y arriba el ánimo.
  • Gracias, hablar contigo siempre me hace bien.

    Mes y medio más tarde.

    Ella al verlo corrió hacia él y se unieron en un largo abrazo, llevaban casi 2 años sin verse, él estaba emocionado, ella casi no había cambiado y siempre que la recordaba la veía como se veía esa tarde, sonriente.

  • Mírate, estas hermoso como siempre, pero cuéntamelo todo. ¿Ya hablaste con ella?
  • Aún no, ven... vamos a mi departamento.
  • Tienes que contármelo todo, quiero saber hasta el último detalle.
  • Aún no hablo con ella.
  • Pero hombre y ¿qué estás esperando?
  • El momento oportuno, pero tranquila que será muy pronto.

    Entraron al departamento y él le mostró todo el lugar hasta que finalmente se sentaron en la sala a conversar y compartir una coca cola.

  • Tengo que decirte algo.
  • Hombre tanta seriedad me asusta, ¿pasa algo malo?
  • No, nada malo. ¿Recuerdas que vine a tratar de conquistar a esa mujer que me tiene loco desde hace años?
  • Uyy, claro que me acuerdo, te fuiste del país para olvidarla y ahora vuelves para tratar de conquistarla, yo la verdad no te entiendo para nada, ni tampoco la entiendo a ella, eres un tío más que espectacular, tierno, amoroso, inteligente, caballero, atractivo... vamos, eres el príncipe azul que cualquier mujer sueña. Cómo puede esta mina ser tan ciega de no haberte dado bola en todos estos años, ¿cuántos van?
  • Muchos, yo creo que desde que la vi por primera vez
  • Por eso te digo, no te entiendo, pasarte como 10 años soñando con esta señorita y nunca atreverte a hacer nada y ahora de la nada se te ocurre cruzar el atlántico para ver si te da una oportunidad, en todo caso tendría que ser muy bruta para no fijarse en ti... digo eres ideal, lo que cualquier mujer quisiera, no entiendo como siempre sólo amigos y nada más...
  • Para un rato ¿si?, bájale un par de cambios. Eres tú. -Dijo él clavando sus azules ojos en los de ella-
  • ¿queeeeeeeeé?
  • Con manzanitas y papel lustre entonces, estoy enamorado de ti desde que te conocí.
  • ¿aaaa?
  • La mujer de la que te he hablado eres tú, desde que te vi por primera vez me enamoré de ti.