Monday, April 03, 2006

Señales



He conversado este último tiempo con una querida amiga sobre este enredado asunto de esperar que el otro de “señales” para uno actuar de una u otra manera.

Y hablando de eso me he terminado de dar cuenta de cuan complicados podemos ser los seres humanos cuando se trata del Amor, esperamos por “señales” tratamos de leer en la mirada o en los gestos del otro y generalmente interpretamos lo que no es.

Por diversas razones, timidez, vergüenza, miedo al ridículo o al rechazo, no somos directos, salvo muy pocas excepciones no conozco a nadie que desde el comienzo de la relación sea capaz de decirle al otro “me interesas”, y como eso no pasa nos dedicamos a mandar y a tratar de descifrar las benditas “señales”.

Bueno, todo este asunto me hizo recordar algo que me pasó hace ya muchos años, tenía yo como 15 años y estaba en una fiesta de mi colegio, parada conversando con una amiga, se acercaron dos tipos y nos invitaron a bailar, mi amiga aceptó pero yo no.

Parado justo frente a mi había un chico absolutamente ñomi; alto, de espaldas anchas y pelo oscuro que me parecía muy atractivo y que de tanto en tanto me miraba y al que de tanto en tanto yo le sonreía.

En el transcurso de un largo rato (en verdad me pareció una eternidad) varios chicos se acercaron para invitarme a bailar y yo los rechacé esperando que se acercara “él” pero no pasaba nada, yo le sonreía y coqueteaba, él me miraba pero no se acercaba ni de casualidad, yo pensaba para mi misma, “ya está, no le intereso, le sonrío, le coqueteo, lo miro que más quiere ¿que me acerque yo? Ya le he mandado todas las señales”.

Finalmente se acercó y me invitó a bailar y mientras tanto yo me decía a mi misma “por fin atinó” él me confesó que no se atrevía a acercarse porque yo había rechazado a todos los tipos que se habían acercado y pensó que no quería que nadie se me acercara. En un ataque de honestidad y rabia le dije “los rechacé porque esperaba que tú te acercaras”.

Yo que creía que le estaba enviando todas las señales correctas para “decirle” que él me interesaba, le sonreía, le coqueteaba lo miraba “furtivamente” y en realidad él sólo se estaba fijando en los tipos que rechacé, él estaba interpretando todo lo contrario a lo que yo quería “decir” y no se acercaba por miedo a ser rechazado.

Definitivamente en el tema del apareo me parece que los animales nos llevan la ventaja, si un pavo abre su hermosa y enorme cola a la hembra le queda bastante claro lo que el pavo quiere en cambio nosotros los humanos lo hemos complicado todo tanto que terminamos muchas veces sin pareja.

No comments: